lunes, 3 de octubre de 2016

ALCOHOL BLANCO





Alcohol; salario de estrellas.
Jacobo Fijman

es un somnoliento atardecer
de otoño en Sevilla
la ingesta indeliberada de algún que otro aguardiente
me insta a localizar una colección de versos
ésa y sólo ésa era la intención
pero muy pronto
esta vez quizá demasiado pronto
me puede el paisanaje

grupúsculos de vulvas imberbes
atosigan mis sentidos
por una calle Sierpes curada de espanto
en simétrico vaivén con las aves del tiempo
que rasan las seseras
presagiando el primer aguacero
de la temporada

los extremos
por su parte
se amenizan
tiznados hombres-estatua
alardean de estática impertérrita
frente a un conjunto de arpistas disléxicos
que tañen desganas ante una audiencia de tiovivo
engalanada con perillas desgarbadas al uso
que no tienen otra razón de ser que encubrir papadas
de pelícano borracho

irrumpe la lluvia
los previsores se jactan de tener al fin
ocasión de desplegar sus paraguas
como murciélagos las alas

incauto de mí
yo simplemente intentaba dar                                      
con una colección de versos
pero ahora lo menos sangrante
es volver a diluirme en alcohol blanco
porque ya sólo aspiro
a guarnecerme de mí mismo
bajo este intempestivo ocaso
de las seis y media
en Sevilla


De Ventajas de estar en la ruina, 2015

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